Estas son las 18 reglas que una madre americana pidió a su hijo para tener y usar un móvil. Y los resultados al cabo de un año:
1. Es mi teléfono. Yo lo compré. Yo lo pagué. Yo te lo presto. ¿A qué soy genial?
2. Yo siempre sabré la contraseña.
3. Si suena, cógelo. Di «hola». Sé educado. Coge siempre, siempre, la llamada de mamá y papá.
4. Entregará el teléfono a mamá o a papá a las 7:30 de
la mañana cada día de colegio y a las 9:00 de la tarde durante el fin
de semana. Estará apagado toda la noche y se volverá a encender a las
7:30 de la mañana. Si no llamarías al teléfono fijo de alguien, porque
pueden responder sus padres, tampoco llames o envíes mensajes al móvil.
Respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.
5. No te llevarás el iPhone al colegio.
Conversa y habla con la gente y con tus amigos en persona. Los días de
media jornada, las excursiones y las actividades extraescolares
requerirán consideraciones especiales.
6. Si el iPhone se cae,
se golpea o se estropea, tú eres el responsable. Por tanto, asumirás
los costes de la sustitución o de la reparación. Para ello ahorra dinero
de tu cumpleaños o realiza otros trabajos: corta el césped, haz de
canguro... Si el iPhone se rompe, tendrás que estar preparado.
7. No uses el iPhone para mentir,
hacer tonterías o engañar a otro ser humano. No te involucres en
conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé un buen amigo.
8. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada a través del iPhone que no dirías en persona.
9. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.
10. Nada de pornografía. Busca
en la web información que compartirías abiertamente conmigo. Si tienes
alguna duda sobre algo, pregunta a una persona. Preferiblemente, a tu
padre o a mí.
11. Apágalo o siléncialo cuando te encuentres en lugares públicos. Especialmente en restaurantes, en el cine o mientras hablas con otro ser humano. No eres una persona maleducada, no dejes que el iPhone cambie eso.
12. No envíes ni recibas imágenes íntimas tuyas
ni de otras personas. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo,
a pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida
de adolescente, joven y adulto. Es siempre una mala idea. El
ciberespacio es más poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo de esa
magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
13. No hagas millones de fotos o vídeos. No hay necesidad de documentar todo. Vive tus experiencias. Quedarán almacenas en tu memoria para toda la eternidad.
14. A veces conviene dejar el iPhone en casa.
Siéntete seguro de esa decisión. No es un ser vivo ni una ninguna
extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él. Tienes que vencer el
miedo a perderte algo que está ocurriendo y a estar siempre conectado.
15. Bájate música que sea nueva o clásica o diferente de
la que millones de chicos como tú escuchan, que es siempre lo mismo. Tu
generación tiene un acceso a la música mayor que cualquier otra de la
historia. Aprovécha ese don. Expande tus horizontes.
16.De vez en cuando puedes jugar a juegos de palabras, puzzles y rompecabezas.
17. Mantén tus ojos abiertos.
Observa el mundo que te rodea. Mira por la ventana. Escucha a los
pájaros. Date un paseo. Habla con un desconocido. Pregúntate sin es
necesario buscar en Google.
18. Meterás la pata.
Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello.
Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Somos un
equipo. Estamos juntos en esto.
El resultado
Un año después,
Janell escribió un nuevo artículo en The Huffingon Post reconociendo
que el contrato funcionaba, aunque no había sido fácil. Como ella
esperaba, le tuvo que quitar el teléfono y comenzar de nuevo. Pero los
resultados han sido positivos: ella ha aprendido, gracias a su hijo,
sobre nuevas aplicaciones y redes sociales. Aunque no es lo más
importante: La familia se ha convertido en usuarios responsables de la
tecnología. Dice Janell «todos tratamos de mantener los ojos abiertos.
Ver cómo el mundo pasa a nuestro alrededor. Nuestras normas tecnológicas
no solo se aplican al iPhone, también a la vida».
Janell da una conclusión final, que parece animar a otros familias. «La tecnología es una hermosa herramienta,
emocionante, de nuestro mundo. Deja que sea divetido, que sea una
herramienta social, creativa y expansiva. Gregory sabe que nunca podrá
sustituir la lectura de un libro o un café con un amigo o un paseo por
el bosque, pero ambas cosas puede coexistir».
Informacón extraida de una noticia de un periodico digital. Noticia completa aquí