El pulso que enfrenta a Google con los editores de prensa acaba de
vivir un nuevo episodio: 145 periódicos de Brasil, que suman el 90% de
la audiencia, han decidido retirar sus contenidos de Google News. Hace
unas semanas, el Gobierno alemán llevó al Parlamento un proyecto de ley
para que los buscadores paguen un canon por las noticias que reproducen.
Una medida parecida estudia también el Gobierno francés, mientras la
Unión Europea exige a Google un plan para evitar lo que considera un
“abuso de posición dominante”.
Google rechaza estas medidas alegando que los medios se benefician de
la inclusión de las noticias, pues les aporta visibilidad y tráfico.
Pero los diarios consideran que es al revés. Aunque se ha cuidado de no
incluir publicidad en Google News para dificultar la reclamación legal,
lo cierto es que la inclusión de noticias aumenta el tráfico de Google, y
eso le permite atraer una proporción cada vez mayor de la publicidad
que antes se invertía en periódicos y revistas. De modo que, mientras
quienes las producen ven cómo se reducen sus ingresos por publicidad y
entran en crisis, el negocio de Google no para de crecer, en parte
gracias a que el vacío legal existente le permite apropiarse del trabajo
ajeno sin contraprestación alguna.
Desde que comenzó la crisis, los diarios españoles han visto caer sus
ingresos por publicidad hasta en un 60%. En esta batalla se dirime,
pues, algo más que una cuestión de derechos intelectuales. Se decide, en
parte, la supervivencia de los propios medios. Google se ha convertido
en un intermediario entre el medio y sus lectores, a lo que no habría
nada que objetar si no fuera porque el portal se apropia del beneficio
que genera esa relación.
Como se demostró en el pleito que los editores belgas le ganaron a
Google en 2011, los diarios están atrapados: sin esa intermediación
pierden visibilidad, pero con ella pierden ingresos y, lo que es peor,
la fidelidad de sus lectores.
Google apela a la libertad de acceso que debe regir en la Red. Pero
nadie propugna que los usuarios no puedan acceder a los medios o las
noticias a través de un buscador. Lo que reclaman es que, puesto que se
lucra con la inclusión de esas noticias, comparta una parte del
beneficio con quienes han asumido su coste.
Noticia extraida de un periodico dígital. Pincha aquí para leerla